se trata de una toxina purificada producida por una bacteria llamada Clostridium Botulinum. Aunque existen varios tipos, solo la Toxina tipo A es la que se utiliza con fines cosméticos. Su uso en cirugía plástica se realiza desde hace aproximadamente 12 años.

Este compuesto que paraliza temporalmente los músculos de la zona tratada que son responsables de las líneas de expresión y arrugas, produciendo un alisamiento de éstas. Actúa bloqueando la transmisión del impulso nervioso en el músculo estriado que al no poder contraerse permanece relajado y así la piel y la arruga que está por encima del mismo se estira y va desapareciendo. Las áreas a tratar son el tercio superior de la cara, es decir las arrugas frontales, entrecejo, patas de gallo. También comienza a utilizarse para combatir el sudor, atenuar arrugas del labio superior, comisura de la boca, del cuello, escote y surcos del rostro, además para elevar la punta de la nariz.

Su efecto es temporal es decir reversible tiene una duración entre 6 a 8 meses. Es bien tolerado, no ocasiona dolor, su aplicación se realiza con una aguja muy fina, no produce una reacción inflamatoria ni edema, el paciente se puede integrar a su actividad habitual inmediatamente. No produce efectos colaterales porque su uso en la cosmética es en dosis muy pequeñas que no se diseminan.